Beets for Haket es el nombre de esta colaboración entre Edge Brewing y La Quince. Remolacha para Haket, amén de piña y arándanos. Juraríamos que lleva también vainilla y que mejor no la llevara. Todo esto sobre una Berliner Weisse de 5,5º empaquetada en vistosa lata de 44 cl. O latas, porque parece haber dos presentaciones diferentes, dos caretos chico/chica que probablemente tengan algo que ver con el Haket Bar de Gotemburgo.
Beets for Haket presenta un color rojo bastante subido de tono y una espuma rosa que sube y baja en un pispás. Llega un aroma a frutas rojas con cierta acidez, un tono verdoso, mucha vainilla, poca remolacha y más coco que piña. El conjunto huele como un batido helado de arándanos y vainilla. Luego no es demasiado ácida en boca, más bien dulce, de nuevo frutas rojas sumando, ahora sí, piña fresca no demasiado madura. Volvemos a echar de menos la remolacha y de más la vainilla, que acapara la pista de baile de mitad del trago hacia delante. Trago que por lo demás es ligero y fácil, poco ácido, nada amargo. Se asoma al final un regusto terroso, único rastro de remolacha que hemos encontrado. Se bebe bien pero no encandila. Mejora cuando se va disipando la vainilla o el paladar se va curtiendo.
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