Tolivia Fest, julio 2023

Al llegar a la localidad de Tolivia, en la margen izquierda de la carretera un cartel que conoció tiempos mejores anuncia 108 habitantes y 420 metros de altitud. En realidad son algo más de 200 los habitantes de este pueblo lavianés según censo de 2020, suponemos que la altitud no haya experimentado cambios significativos desde que colocaron el cartel. Pero al menos dos veces al año Tolivia rebosa de gente: en septiembre con el Festival de Jazz y todavía más en julio con el de la Cerveza. Y decir rebosa de gente es decir que más de 5000 sedientos cervecereos tomamos sus calles, plazas, caleyas, hórreos y antojanas. Los lugareños reciben, ya no con los brazos abiertos, sino con tortos y bocatas de tortilla. Suena ya la charanga a lo lejos, este año el calor no aprieta tanto, parece que Ramón ya está enchufando el karaoke… Es sábado, 8 de julio de 2023. X Toliva Fest, allá vamos.

Pues sí, 10 son ya las ediciones de este festival, patrimonio folixeru inmaterial de Asturies. Y como son ya cuatro las veces que lo reseñamos por aquí, no repetiremos otra vez lo mucho que se goza, el buen rollo que impera o lo cortas que se hacen las nueve horas que pasan entre que el autobús te deja y te recoge. Por contra, señalaremos algunas de las cosas más chulas que encontramos mientras mantuvimos la mirada clara y el discernimiento activo.

Primera mención especial para Ramón «Berrones», que un año más se hizo fuerte en su esquina estratégica, entre su casa y el puesto de Redneck, levantando a la peña a base de clásicos asturianos.

También va una agradecida alusión para la banda Cuatrolan, pasacais inasequibles al cansancio que recorren el pueblo animando el ambiente a base de vientos, percusiones y poca vergüenza.

Y de entre los miles de parroquianos, cabe presentar a algunos ilustres y esforzados, como los sevillanos Mari Carmen y Álvaro de cervezas Hecatombe, que este año no tenían mostrador pero no se lo quisieron perder como visitantes, viaje exprés fin de semana desde Sevilla. Qué majos.

La mención especial y premio del jurado van para Laugar, que llegaron, vieron y vencieron. Pero claro, presentar a concurso la Aupa Tovarisch Edición Oporto no se vale. Qué cabrones. Ni sé cuántas fichas nos dejamos en ese grifo del que no paraban de brotar brebajes oscuros.

Hay que agradecer por supuesto a los colegas el cariño, el puteo y la compañía en general. Y seguimos sumando unidades al grupo, que este año viose muy dignamente reforzado con la incorporación de Diego, el tipo que está en contra de todo y que a las pocas horas andaba diciendo aquello de «cómo pude yo vivir sin el Tolivia Fest todos estos años».

Aquí detalle de Karlos «MacGyver», pertrechado en esta ocasión con huevos duros y sándwiches de crema de cacahuete. Medicina natural, dice. No recuerdo si finalmente le quitó el papel.

Claro que hablando de medicinas naturales, nada mejor que los tortos con picadillo y cabrales, o solos, o veganos. No se concibe aguantar un Tolivia entero sin forrar a hora prudente y temprana con uno de estos artefactos gastronómicos. Más de 1700 unidades nos dijeron que vendieron en la pasada edición de 2022. Larga vida al torto de maíz.

Y por último, antes de pasar a la colección de foticos chorras y absurdas, cabe señalar la cantidad creciente de gentes que acuden al Tolivia Fest con distinguido atuendo, sea individualmente o por conjuntos: camisetas conmemorativas, camisas floreadas, Ricardo «el bávaro», estrella de 2022, vistiendo de nuevo sus flamantes ledertohsen. Pero mira tú que este año gana por goleada la guapa y simpática María con su tremenda camiseta.

Y ahora sí, cerramos crónica con el reportaje gráfico de este intenso Tolivia Fest, que nos emplaza ya a un incipiente padecer de nostalgia creciente e impaciencia en aumento.

Hasta el próximo Tolvia Fest. Salud, birra y festivales!!!

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