Rematamos marzo, antes de que sobrevenga el recogimiento, con otra reunión del Club del Vicio, también conocido como Club de La Birra Txotx. Cumpliendo la liturgia improvisamos de lunes, llegó el pedido de miércoles y lo despachamos de viernes. Capítulo XXIII: Viva Bélgica, cabrones !
Así de fácil. El hilo conductor de la cita no fue otro que despachar cinco brebajes belgas con ciertas características especiales. Cada cual bien distinto del anterior, cada uno a su bola. Sobran las justificaciones. Convoca un servidor, aforo completo. Sin más divagaciones, arrancamos.
La primera estación gozosa de la noche fue la Cuvée De Ranke. Desde Dottignies nos llega esta maravilla, esta prodigiosa alquimia que resulta de mezclar una Sour añeja de la casa con una Lambic de Girardin. Dulce y ácido veneno, mucha fruta, madera y especias con espíritu vinoso y funky. Arriesgada para abrir ronda, pero gustó mucho entre los cofrades. Antes de seguir, oremos: Viva Bélgica, cabrones !
Avanzamos sin salir de la región de Hainut y nos detenemos en Tourpes-Leuze, hogar de la mítica Brasserie Dupont. Estos maestros de las cervezas de granja despachan también una joya de 9,5% y elegancia suma. Además lo hacen Avec les Bons Voeux (con buenos deseos), cosa que desde luego se agradece. Pero más se agradece el brebaje repletito de recuerdos de masa de pan, cereal, levadura, cítricos, manzana y uva. Vivísima, compleja, seca, amarga. Sólo queda apurar el vaso y repetir: Viva Bélgica, cabrones !
Cambiamos de región, procesionamos hasta el Flandes Occidental y nos detenemos en la localidad de Roeselare. De los finos de Brouwerij Rodenbach elegimos su Alexander, birra que celebra el bicentenario de Alexander Rodenbach, ‘Jandro el de Roden’ para sus seguidores más fieles. La bendita celebración consiste en mezclar 2/3 de una Rodenbach de dos años con 1/3 de birra joven macerada con cerezas ácidas. Y en fin, resulta todo un chute de mermelada de cerezas con especias y vainilla, dulce, vinosa y balsámica. A la salud del viejo Alex: Viva Bélgica, cabrones !
De Flandes Occidental al Brabante Flamenco, con paradita en Diest. La no muy conocida cervecera Loterbol (aka Duysters) cuenta en su repertorio con un milagro cuya autoría comparte con 3 Fonteinen. No somos pocos los que rendimos nuestra fe y nuestros donativos a Santa Tuverbol, ese híbrido de Tripel y Geuze que con 10% templa espíritus y colma paladares. Fruta blanca, madera, cuero y especias. Cálida y fresca, belga y Lámbica. Ora por nosotros: Viva Bélgica, cabrones !
De vuelta a Flandes Occidental, la procesión termina en Oostvleteren. Allí se venera a Struise Brouwers y sus oscuros brebajes. Y si una birra encarna mejor que ninguna el culto a Struise es sin duda la Pannepot. Esta era de 2018 y a pesar de cargar con el peso de la edad, se complace en entregarnos maltas tostadas, caramelo, pasas y dulcerías sin fin. Seda y licor, gloria en botella, agachemos la cabeza y por última vez proclamemos: Viva Bélgica, cabrones !
Terminada la procesión salió el jamón y salió el queso, apuramos las botellas y aun cayeron otras cuantas. Todas las estaciones del paso tuvieron sus apasionados defensores y sus tibios detractores. A unos gustó mucho la De Ranke, a otros la Dupont, alguien dijo la Rodenbach, servidor la Loterbol, creo que nadie se inclinó por la Pannepot (!). División de opiniones hubo entre los cofrades, pero en una cosa coincidimos: Viva Bélgica, cabrones!
birrasyquesos 
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