El pasado 10 de septiembre se celebró en La Foz de Morcín la XXXIII Feria de los Quesos Artesanos de Asturias. Domingo de compromisos familiares, tuvimos el tiempo justo de dar una vuelta por allí, admirar el bocadillo de queso más largo del mundo, probar un helado de Afuega’l Pitu, saludar a algunos habituales y adquirir una crema de cabrales. La elabora la Quesería del Cares, que opera en Arenas de Cabrales desde 1996. Conocido y reconocido es su Cabrales DOP, pero despachan también un Azul Ecológico y esta Crema de Cabrales, que presentan con apellidos Natural y Suave. Tras catar ambas, elegimos la suave.
La crema se presenta en tarros de cristal, la etiqueta superior ceñida con goma. El contenido son 180 g. Está elaborada con un 60% de Cabrales, 20% de requesón y 10% de otros quesos asturianos no especificados. Completan la receta agua, proteínas y sales fundentes. Su nombre es Taragañu, que en asturiano significa mordisco o bocado grande, también el corazón de la manzana que se tira tras haberla comido.
Taragañu Suave es una crema beige grisácea, lisa, homogénea, con un grado extremo de untabilidad. El aroma nos lleva con calma hasta los dominios del Cabrales: recuerdos de cueva, frutos secos, con la parte láctica algo más levantada. El bocado es amable y cremoso. Sigue las maneras del aroma, apunta pero no dispara. Se adivina el Cabrales, se saborea incluso, pero siempre en los límites aceptables por paladares modosos. Al final quiere elevar un poco la voz, destellan picores fugaces. Si es problema se arregla reiniciando el proceso y acompañando con una Lambic. Perfecto.
Fuentes consultadas:
birrasyquesos 