Kælderkold Craft Beer Bar (Barcelona)

Mientras la familia descansaba un ratico de tarde se nos abrió una ventana estupenda para seguir nuestra atropellada prospección birruna por Barcelona. Esforzada es la vida del devoto cervecero. La segunda visita nos llevó a conocer el Kælderkold, local situado en Cardenal Casañas, muy cerquita de La Rambla hacia el barrio Gótico. El jefe y fundador del Kaelderkold es Mads Rademacher, danés establecido en Barcelona desde 1994. Hasta 2014 el negocio se llamaba Juicy Jones y funcionaba como restaurante vegano. Tras la decisión de Mads de reconvertirlo en Craft Beer Bar y rebautizarlo como Kælderkold, comenzaron a ofrecer una cuidada selección de cervezones de toda procedencia, tanto en grifo como en botella. En la actualidad su oferta se basa en la marca propia ØBL (Ølgod Beer Lab), que arrancó producción en 2016.

El local es estrecho y largo, articulado en torno a la barra. Paredes de azulejo blanco, encimera de aluminio. Al fondo, bajando unas pocas escaleras, una sala algo más amplia alberga banquetas y alguna mesa baja. Llegamos hacia las siete de la tarde y la barra estaba medianamente poblada. Sobre los 17 tiradores la pizarra presenta referencias ØBL de todo tipo, dejando apenas espacio para algún invitado como Ebeltoft, OVRDOS o Nothern Monk. Aparte de cerveza disponen de una buena selección de vermús y derivados, también vinos. Para picar: quesos, embutidos, aceitunas y frutos secos. Suficiente. Y si lo tuyo es la variedad, un Beer Flight te permitirá probar cinco cervezas por 15 pavos. Los precios de la pizarra oscilaban desde los 3,85 a 6,85 las medias, de 4,85 a 8,85 las pintas.

Nos acomodamos en un extremo de la barra. Suena música argentina todo el rato, cosa que no nos disgusta en absoluto. Pedimos media pinta de una ØBL Amber Ale e interrogamos al camarero. Se llama Felipe, lleva una camiseta de Argentina y sí, es argentino. Unos guiris le interpelan sobre multitud de referencias, Felipe responde con solvencia. Luego uno de ellos entabla conversación conmigo, es de California y también bebe con solvencia. El ambiente a esas horas de un lunes es así, bastante apacible, con parroquianos locales y turistas birreros. Se está bien a gusto, así que pedimos otra, una Black IPA de ØBL / OVRDOS. Felipe nos cuenta algunas cosas de la trayectoria del Kaelderkold y, tras preguntarle por la marca ØBL, nos dice que la elaboran prácticamente allí al lado, en un brewpub llamado Ølgod. Es cruzar la Rambla y seguir el Carrer de L’Hospital. Seis minutos dice guguel. En cinco minutos estamos.

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